viernes, 13 de febrero de 2009

EL PROYECTO BIBENDUM


Así como al Flower Power le surgió el Heavy Metal y a este el Punk, Nadal tiene su deportista reaccionario: Fabbiani.
Científicos argentinos (como los que inventaron la birome) desarrollaron un superdeportista de elite. Sin un solo anabólico, sin una sola mancuerna, Fabbiani es tecnología de punta, state of the art. Los directivos de River, a sabiendas de que sus jugadores eran incapaces pensar en una simple triangulación de juego por bajo, se resignaron a buscar la solución en el pelotazo. Pero existía una dificultad. Tras una rigurosa investigación, se llegó a la conculsión de que los jugadores musculosos, con hipertrófia muscular de pectorales, son incapaces parar una pelota con el pecho. La pelota les rebota en el pecho como si la quisieran parar con una tabla. Los científicos encontraron la solución en un proyecto que denominaron "Proyecto Bibendum" (solo un diseñador gráfico nerd puede saber como se llama el muñeco Michelin) El ogro, desarrolló su parte superior a base de bizcochos y asado. El resultado: pára un obus y te hace jueguito. La gruesa capa de grasa que reemplazó sus músculos funcionan como el mejor amortiguador de los pelotazos que le tiran sus compañeros. La pelota literalmente se sumerge entre sus senos (sin siliconas) los cuales absorben completamente su enregía provocando que aquella caiga muerta. Su físico privilegiado le permite además, ganar cualquier cuerpo a cuerpo luchando por la pelota en el área. A diferencia del resto de los futbolistas, Fabbiani esta compuesto en un 90% por grasa. Sus "rollitos" y su desproporcionado peso desorientan a los defensores adversarios, que cuando al ir al choque con "el ogro", solo consiguen hundirse en su humanidad sin poder siquiera desestabilizarlo.
Así como Gatti dijo -ese gordito no le hace un gol a nadie-, y Maradona le hizo 4 en un solo partido, Fabbiani desconcierta a los más sabidos de este deporte que lo acusan de gordo por su obesa apariencia. Nada está más lejos de la realidad. La ciencia no deja de avanzar y Fabbiani es su último acierto.

martes, 10 de febrero de 2009

SUECIA TE ODIO




Ahhh que bueno...

Después del desliz del compañero con esa banda sueca que no conoce ni el Alfonso Carbone sueco, voy a reflotar las 3 cosas que me vienen a la mente cuando escucho Suecia que me hacen temblar la perita.



1 - "Los suecos siempre nos hicieron doler los pies". Título de Olé tras la derrota y eliminación por parte de Suecia en el mundial 2002.
La nota hablaba de como Borg lo tenía de nieto a Vilas, el invicto de Suecia frente a Argentina en los mundiales, y no se que otro tema nos metieron el dedo ahí.

Pd: Svenson, la puta que te parió

2 - Suecia, compadre, la concha de tu madre, largá las rubias de ojos celestes para aca, ¿las plantan ahí? ¿tienen una fábrica?

3 - A principios del siglo XX un barco de bandera sueca encalló en el puerto de Buenos Aires. En ese entonces una manga de beodos, sinvergüenzas, cacos, bohemios, bribones, pillos, estafadores, gente de mal vivir, amigos de lo ajeno, truhanes, ladinos, taimados, indeseables y otros sujetos de dudosa reputación fundaron un club de fútbol. No se pusieron de acuerdo que colores tendría la indumentaria del equipo y propusieron utilizar los de la bandera del primer barco que entrara al puerto. El lugar donde encalló el barco se llamaba "La Boca" y el barco de bandera sueca se llamaba Xeneixe.

SOLO NOS QUEDAN AUSTRALES


Es realmente un deafío ser original cuando pasa siempre lo mismo. ¡Se
me acabaron las lágrimas!

¿Se puede caer más bajo?

Más australes que Australia, es lo que nos queda, australes!

Nuestra moral depende de un beodo crónico, de un nene que si pierde la
pelota te araña, y de un pinta que le dicen Ogro.

Insultaron hasta el día que lo echamos al único jugador que tapaba
todas las cagadas que se mandaban los analfabetos defensa. Lógica
simple,
con Carrizo = Campeones, sin Carrizo = Últimos.

Despedimos (me incluyo) con una ovación al técnico de las derrotas más
humillantes de la historia del club

La respuesta es SI, se puede caer más bajo y es inminente.
Podemos perder con Nacional por la Libertadores.